sábado, 3 de noviembre de 2012

Capitulo 1 - Forever young

Me llamo Isabella, aunque todo el mundo me llama Bella. Tengo 18 años y vivo en el norte de Arizona. Mis padres son médicos, y quieren que siga sus pasos y me convierta en una cirujana famosa, pero yo no sirvo para ello. Lo que de verdad quiero ser es bailarina. Siempre me ha gustado la danza de todo tipo, y he ido desde los 5 años hasta los 15 a la academia de baile internacional de Arizona. Pero mis padres creen que ser bailarina no es una profesión, que no podría ganarme la vida con ello, y que devo centrarme en mis estudios. Pero no estoy dispuesta a dejar que me manejen sin opinar nada, asique me voi a escapar.
Antes de que digais nada, no, no estoy loca. Mi sueño es bailar para las compañías de todo el mundo, y para los artistas mas grandes que hay, sin embargo, si me quedo aquí, lo único que conseguiré será ir a la facultad de medicina. Asique me voi a California, para seguir mi propio camino. Alguna vez tendría que irme de casa de mis padres, ¿no? Pues ese momento ha llegado.
Admito que si tuviera que irme yo sola, me costaría mucho irme de mi casa, pero por suerte, mi mejor amiga, Rose, me acompañará a perseguir mi sueño. Rose también quiere ser bailarina, ella y yo nos conocimos en la academia de baile, pero realmente, Rose no se va para perseguir su sueño. Se va para empezar una nueva vida, para poder ser otra persona diferente. Su padre murió cuando tenía 10 años, y su madre años más tarde, calló en una depresión de la que no pudo recuperarse. Rose se vino abajo y dejó el colegio. También hizo nuevas amistades, y entró en el mundo de las drogas. Afortunadamente, yo estaba allí para ayudarla. Asique, aquí estamos las dos, en la estación del tren, a las 12:00 de la noche y con unas pequeñas maletas. El tren se está retrasando.

-Rose : ¿No te da pena irte?
-Bella : Un poco, pero si me pongo a pensar, devía de haber hecho esto mucho antes.
-Rose : Ya... ¿Qué dirán tus padres?
-Bella : Seguramente llamen a la policia cuando se enteren, pero ya soy mayor de edad, soy libre para irme. La carta que les dejé lo decía bien claro, aunque sé que no la harán caso.
-Rose : No puedo creer que cojieras tanto dinero.
-Bella : Como si les importara eso. Ganan más de lo que necesitaría el estado entero. Además, lo necesitamos.

Oímos unos ruidos. El tren estaba llegando, asique recojimos las maletas y nos levantamos para subir. Una vez dentro, buscamos un compartimento vacío, para estar más relajadas y dormir tranquilas.
Mañana sería un gran día en nuestras vidas. O eso creíamos nosotras.




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